El avión que transportaba restos humanos encontrados en las zonas de búsqueda del indigenista Bruno Pereira, de 41 años, y del periodista británico Dom Phillips, de 57, en Amazonas, llegará este jueves (16) a Brasilia.

Los cuerpos serán enviados al INC (Instituto Nacional de Criminalística) de la Policía Federal, donde serán sometidos a una serie de análisis.

La PF prepara un esquema especial para culminar todos los procesos en el menor tiempo posible, reforzando los equipos que participarán en la tarea y tratándola como de máxima prioridad.

Varias áreas de experiencia criminal trabajarán juntas para llevar a cabo investigaciones e informes. El plazo aún dependerá de la secuencia de pruebas que serán necesarias, pero el objetivo es entregar los restos dentro de siete días a las familias.

Además de confirmar que los cuerpos son efectivamente los de Bruno y Dom, los expertos también intentarán desentrañar las circunstancias y causas de las muertes y las armas utilizadas en el crimen. Según la PF, uno de los sospechosos dijo que se disparó un arma de fuego.

Este miércoles (15), la Policía Federal anunció después de diez días de búsqueda que uno de los investigados en el caso confesó su participación en el asesinato del indigenista y el periodista.

Según la PF, fue el pescador Amarildo da Costa Oliveira, conocido como Pelado, quien dijo a las autoridades dónde había enterrado los cuerpos, además de esconder la embarcación en la que viajaban Bruno y Dom.

La policía aún investiga el móvil del crimen

Según publicó Folha, los investigadores que trabajan en el caso han manifestado en privado que las pruebas y evidencias hasta el momento refuerzan la hipótesis de que las actividades ilegales de pesca y caza en la región motivaron el crimen.

Aún así, no se descartan otras posibilidades, y el escenario aún se califica como nebuloso.

Además de la pericia que se llevará a cabo sobre los restos humanos localizados, también hay dos informes que saldrán próximamente, pero que ahora tienen poca importancia.

Uno de ellos es sobre un rastro de sangre encontrado en el bote de Pelado. El otro es el análisis de un material "aparentemente humano" hallado en la región del río Itaquaí por donde pasaban los desaparecidos.

Según personas involucradas en el caso, esta parte estaba deteriorada y es posible que no se pueda cruzar con material genético para su identificación.

Sin embargo, dado que uno de los sospechosos confesó y señaló el lugar donde había enterrado los cuerpos, prácticamente se descarta que este otro hallazgo tenga relación con el crimen de Bruno y Dom.

El ministro de Justicia, Anderson Torres, calificó el asesinato como un "crimen cruel" y "una locura".

Desde la noticia de la desaparición, el presidente Jair Bolsonaro ha hecho declaraciones para minimizar el tema.

Primero, dijo que los dos estaban en una "aventura" no recomendada. Más tarde afirmó que Dom "estaba mal visto en la región" porque denunciaba a mineros ilegales y que debería haber prestado más atención.

_{Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA}