Afganos que viven en Brasil intentan salvar a parientes desde la distancia
Los inmigrantes reciben relatos de violencia y temen las embestidas del régimen talibán
A través de una videollamada, Fazal Ahmed habla con un amigo que se encuentra en Afganistán. Éste muestra agujeros de bala en la pared y pertenencias familiares metidas en hatillos, preparadas para una posible fuga.
También desde su teléfono celular, el hermano de Ahmed, Rabi, muestra una foto de su esposa, con el cabello cubierto por una bufanda estampada, y dice que teme por ella y por su hijo, que todavía están en Kabul.
Cerca, un amigo de la familia, Ahmed Jaber, cuenta que, cuando era niño, lo llevaban con el colegio, a ver ejecuciones en plaza pública.
En Canindé, un barrio de São Paulo, los refugiados afganos temen por sus familiares y amigos que continúan en el país, ahora bajo el dominio del grupo fundamentalista talibán.
El teléfono celular de Ahmed sigue sonando, son videos que les envían sus amigos en los que se ven escenas de la violencia perpetrada por los talibanes. "Le están cortando las manos a la gente por cosas muy pequeñas".
En la actualidad, Brasil no cuenta con una embajada en Afganistán. La misión diplomática responsable se encuentra en Islamabad (Pakistán).
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA