A punto de cumplir cinco meses como presidente de Colombia, el primer líder de izquierda del país tiene grandes expectativas con respecto al inicio del mandato de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) en Brasil. "Tenemos que transformarnos en un faro del progresismo mundial. Todos nos están mirando", asegura Gustavo Petro. Advierte, sin embargo, que es necesario construir una nueva agenda ante el riesgo de "un estrepitoso fracaso" si se repite la fórmula de la llamada primera "ola rosa" —en referencia a la generación de líderes izquierdas que gobernaron en América Latina a finales de los 90 y principios de los 2000, y la táctica de invertir en "el alza de los precio de las materias primas, incluidos los combustibles fósiles, y basar en eso la redistribución de la riqueza".

"El éxito del Sudeste Asiático tiene que ver con industrializarse, agregar valor e invertir en conocimiento. Nada de eso se ha hecho aquí [América Latina], ni por parte de la izquierda ni de la derecha". La agenda de diálogo con el político petista incluye la Amazonia, posturas comunes de la región frente a la crisis climática y la invitación a participar, como observador y garante, en un plan para que Colombia alcance la paz con los grupos armados. En Brasilia para acudir a la investidura de Lula, celebrada el domingo (1), Petro hizo preguntas sobre la Amazonia, mostró interés en el proceso político brasileño y recordó seguir la trayectoria del presidente brasileño desde la fundación del Partido de los Trabajadores.

_{Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA}

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