ANÁLISIS: Mosaico lulista invierte en nostalgia, polarización y guiños a jóvenes

El pasado evento muestra la amplitud de la candidatura, pero ahora es necesario transformar el abanico de apoyos en una campaña coherente

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São Paulo

La campaña de Lula aún se está estructurando, sin coordinación y con un equipo de comunicación que se reconstruye a pasos agigantados. Pero ya se han podido identificar tres ejes de la candidatura del expresidente.

El primero es el tono anticuado o, dicho de otro modo, nostálgico. Esto incluía referencias a campañas pasadas y a los gobiernos de Lula. No faltaron también las menciones a la detención del expresidente, ahora transmutado en una suerte de mito fundacional de la actual candidatura.

Otra es la apuesta total a la polarización con Bolsonaro. Como decían Lula y Alckmin, no hay una tercera vía, sólo la disputa de dos proyectos. Ambos apelaron explícitamente a otras fuerzas políticas de oposición, especialmente a las centristas, a sumarse a la alianza contra el actual presidente. Una película proyectada en una pantalla lo dejó claro, cuando relacionó a Bolsonaro con el desempleo, el abandono y la muerte, e hizo una comparación con Lula la bonanza, la educación y la vida.

Finalmente, se reconoció tácitamente que Lula está retrasado en cuanto a la conquista de nuevos públicos. Sumar jóvenes, sobre todo, es actualmente una consigna, que quedó manifiesto al anunciar el apoyo de influencers digitales junto a figuras de renombre de la política, la cultura y la enseñanza.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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