Las primeras denuncias comenzaron en 2006. Entonces se hablaba de un posible "lavado cerebral" en una comunidad católica en la goiana Anápolis, el Arca de María.
Con el tiempo llegaron las acusaciones de abusos sexuales contra Jean Rogers Rodrigo de Sousa, de 44 años, conocido entre los fieles como padre Rodrigo María. Algunas monjas subordinadas narran embestidas sexuales contra su voluntad. Algunos actos fueron consumados, otros no, dicen.
Al menos once mujeres denunciaron ante la Iglesia Católica episodios de abusos en varias ciudades, lo que motivó la apertura de procesos canónicos contra el clérigo.
No obstante, 12 años después de que la primera queja contra el Arca de María llegase a conocimiento del Vaticano, la falta de una resolución para el caso obliga al grupo de supuestas víctimas a cuestionar la demora para castigar a un sacerdote que, a todos los efectos, todavía está libre para cooptar a otras jóvenes.
La justicia eclesiástica prevé, como castigo más grave, expulsión del estado clerical (el condenado no ejerce más el sacerdocio) y excomunión.
Actualmente, el padre Rodrigo responde al obispado de Ciudad del Este, en Paraguay, donde se concentran los procesos contra el reo.
En febrero, el monseñor local, Guillermo Steckling, emitió un decreto determinando que, mientras esté sub judice, el brasileño "no podrá ejercer el ministerio sacerdotal ni vestir el hábito clerical". Rodrigo, que se declara inocente, está incumpliendo las órdenes.
El padre Fabio Recalde Barúa, portavoz de la diócesis paraguaya, confirmó que el sacerdote está siendo juzgado por "desobediencia" y "numerosas y graves infracciones de leyes divinas y canónicas".
Las exmonjas entrevistadas por el periódico dicen que una de las razones por las que no recurrieron a la Justicia común es el miedo a ser identificadas, pues las familias en muchos casos no tienen conocimiento de lo que sucedió a las hijas.
Folha tuvo acceso a un audio de 2015 en el que el sacerdote es enfrentado por familiares de una exmonja sobre las relaciones que habría mantenido con jóvenes bajo su tutela y sobre una "foto en la que mostraba su pene" a través de Skype. Él admite "actos indecentes" y contactos on line en los que dijo "cosas indecentes".
En la conversación, afirma que hay niñas que se enamoran de él y culpa a la "fuerza más destructiva del universo, la FMD", por fallos que le son atribuidos. La sigla quiere decir "furia de la mujer despreciada", explica.
Al periódico, Rodrigo aseguró que no se relacionó, ni de forma consentida ni sin ella, con religiosas y que no existe un archivo de "audio en el que lo admita, es todo interpretación". Los expertos entrevistados por Folha atestiguan que la voz del audio y la de un vídeo del clérigo en YouTube son la misma.
Por teléfono, Rodrigo se dice objeto de calumnia. Afirma que "enfrenta la oposición dentro y fuera de la Iglesia" por ser conservador.
En las redes sociales, ya manifestó simpatía por el candidato a la presidencia Jair Bolsonaro (PSL), pidió "un Ave María para librar a Brasil del comunismo" y atacó a una artista feminista que se desvistió en un santuario en Francia ("o forma parte de la descendencia de María o eres parte de la descendencia de Satanás").
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA