La ofensiva para frenar las políticas de género en las escuelas, una medida que es parte del proyecto bautizado Escuela sin Partido, bandera del presidente electo, Jair Bolsonaro (PSL), para la educación, ha sufrido varios reveses en tribunales estatales y en el Supremo Tribunal Federal, de acuerdo con un estudio de Folha.
En los últimos años, juzgados con sede en al menos cinco estados (SP, RJ, MG, SE y AM) suspendieron leyes municipales que prohibían las menciones en las aulas.
Por su parte, el Supremo concedió dos cautelares de contenido similar, respondiendo a denuncias reenviadas por la Fiscalía General de la República.
De acuerdo con las decisiones provisionales del Supremo, las normas rigen principios de la Constitución, como el de la libertad de aprender y enseñar.
Se entiende también que sólo la Unión de Estados tiene competencia para legislar sobre las directrices y bases de la educación.
En los tribunales estatales, los fundamentos son parecidos.
El programa de gobierno bolsonarista no menciona la Escuela sin Partido, pero siguen la misma línea de los preceptos del texto que se está tramitando en la Cámara de Diputados.
"Más matemáticas, ciencias y portugués, sin adoctrinamiento ni sexualidad temprana", reza en el documento registrado en la Justicia Electoral.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA
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