Gurú de Bolsonaro dice que no hay intelectuales de izquierda de su nivel

Para Olavo de Carvalho, movimiento conservador brasileño está atrasado y muestra una ' horrible inexperiencia '

Júlia Zaremba
Washington

El escritor Olavo de Carvalho, de 71 años, dice que no hay intelectuales de izquierda de su nivel y que sus detractores no pasan de difamadores. "La situación es, pues, intelectualmente catastrófica", afirmó, en una entrevista a Folha.

El autor de los libros "El Jardín de las Aflicciones" (1995) y "El Imbécil Colectivo" (1996) vive en Richmond, capital del estado de Virginia, desde 2005. Y ni siquiera la victoria de un gobierno conservador lo motiva a volver a la su tierra natal.

Para el pensador, el movimiento conservador brasileño está atrasado y muestra una "horrible inexperiencia". 

Lea algunos fragmentos de la entrevista: 

Usted comentó que le gustaría ser embajador en Estados Unidos.

Yo nunca he dicho que me gustaría. Dije que, si me invitaran, el único cargo que yo podría aceptar sería el de embajador. Por supuesto, si no hubiera otra persona más cualificada. Acabo de proponer un nombre. No voy a decir quién, porque no fue divulgado todavía. Me ofrecieron dos ministerios, de Educación y de Cultura. He rechazado los dos.

El escritor Olavo de Carvalho, gurú del presidente electo, Jair Bolsonaro, en 06.10.2017 - Vivi Zanatta/Folhapress.

 ¿Cuál puede ser el impacto del nuevo gobierno en el movimiento conservador?

Probablemente la destrucción de esos corruptos, que son los izquierdistas, debe animar un poco a los conservadores, pero no sé si eso va a suceder. En realidad, en vez de esperar que el gobierno anime a los conservadores, son los conservadores los que tienen la obligación de reunirse para dar apoyo al gobierno.

¿Qué piensa usted sobre la educación sexual en las escuelas?

Cuánto más educación sexual, más puterío en las escuelas. Al final, se está enseñando al niño a dar el culo, chupar polla, exprimir la teta de otra en público. Creen que la educación sexual está haciendo bien, pero sólo está perjudicando. El Estado no tiene que meterse en la educación sexual de nadie.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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