Con una barriga de seis meses de embarazo, Jaqueline Teixeira Lopes, de 23 años, aguarda la llegada de la pequeña Pâmela con cierta incertidumbre. Vecina de Guaribas, en la zona rural de Anguera (a 155 km de Salvador) Jaqueline acude a consulta mensualmente en el puesto de salud de la comunidad.
No obstante, no sabe qué hará los próximos meses: la médica que la atiende es una de las cuatro cubanas del programa Más Médicos que actúa en la ciudad y que debe abandonar Brasil hasta el final de este mes por la negativa de Cuba a aceptar las condiciones impuestas por el presidente electo Jair Bolsonaro.
Anguera, de 10 mil habitantes, es una de las 11 ciudades del Estado de Bahía que se quedarán sin médicos.
La Confederación Nacional de Municipios afirma que 1.478 ciudades del país poseen solamente médicos cubanos en sus equipos, pero pueden tener médicos concursados o de otros programas.
La distribución de los médicos cubanos apunta también a que al menos el 10% atienden en regiones muy pobres, como en el Valle del Ribeira (SP), el Valle del Jequitinhonha (MG) y el Valle del Mucuri (MG). Otro 6,5% se encuentran en las cien ciudades con más de 80 mil habitantes que tienen niveles bajos de ingreso per cápita y alta vulnerabilidad social.
Para intentar frenar el impacto con la salida de los cubanos, el Gobierno Federal anunció que emitirá un edicto para intentar convocar a médicos brasileños y así suplir las vacantes que quedaron sin profesionales.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA