Mourão, vicepresidente electo de Brasil, pide cautela con China, Mercosur e Israel

Las opiniones de Mourão, comparadas con las de Bolsonaro y las de Paulo Guedes, futuro ministro de Economía, son más comedidas

Mônica Bergamo
São Paulo

El vicepresidente de Jair Bolsonaro (PSL), el general de la reserva Hamilton Mourão, dijo que la buena relación con China, independientemente de la existente con Estados Unidos, es vital para Brasil. "No podemos descuidarla", dijo.

 "La posición brasileña ha estado siempre marcada por un cierto pragmatismo. Tenemos que buscar nuestros objetivos y los países que fortalezcan la conquista de estos objetivos", dijo.

Las opiniones de Mourão, comparadas con las de Bolsonaro y las de Paulo Guedes, futuro ministro de Economía, son más comedidas. Además de la cuestión china, defiende que Brasil mantenga un diálogo con Mercosur antes de "acabar" con el acuerdo.

El general Hamilton Mourão, vicepresidente de Jair Bolsonaro, llega a la reunión con el equipo de transición - Folhapress

"Mercosur, como acuerdo de comercio, no está cumpliendo su función. Entonces, antes de pensar en extinguir o boicotear, tenemos que hacer el esfuerzo necesario para que alcance sus objetivos”.

En cuanto a las relaciones internacionales, el general opina que es necesario tener cautela con relación al traslado a Jerusalén de la embajada brasileña en Israel, pues, según él, esto puede transferir a Brasil la "cuestión del terrorismo internacional".

"Tenemos una relación comercial importante con el mundo árabe. Y los competidores están atentos por si perdemos esa vía de comercio. Además, siempre tenemos que estudiar la cuestión del terrorismo internacional

 oriundo de la cuestión religiosa, que puede ser transferido a Brasil en el caso de que haya un posicionamiento más agresivo con relación al conflicto de Oriente Medio".

 Mourão afirmó también que la privatización del área de refino de Petrobras requeriría estudios más profundos. El futuro presidente de la compañía, Roberto Castello Branco, se muestra favorable a la reducción de la presencia de la estatal en ese segmento.

La posibilidad de que Brasil pasase a vivir bajo la tutela de militares fue desmentida. "El país entró en tal ruta de falta de ética, de corrupción y mala gestión que la población pidió ayuda a las Fuerzas Armadas. Y las Fuerzas Armadas se mantuvieron calmas y tranquilas en sus funciones”, comentó.

 Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

Lea el artículo original