El uso fraudulento de documentos de personas físicas hizo posible el disparo masivo de mensajes de WhatsApp durante las elecciones brasileñas

El relato y documentos presentados ante la Justicia del Trabajo y obtenidos por Folha aportan detalles sobre el submundo de envíos masivos de mensajes

Patrícia Campos Mello Artur Rodrigues
São Paulo

El relato y documentos presentados ante la Justicia del Trabajo y obtenidos por Folha aportan detalles sobre el submundo de envíos masivos de mensajes a través de WhatsApp que surgió en Brasil durante las elecciones de este año.

Una red de empresas recurrió al uso fraudulento de nombres y Certificados de Personas Físicas de ancianos para registrar chips de celular y garantizar el disparo de lotes de mensajes en beneficio de políticos.

Entre las agencias involucradas en el esquema está Yacows. Especializada en marketing digital, prestó servicios a varios políticos y fue subcontratada por la AM4, productora que trabajó en la campaña del presidente electo, Jair Bolsonaro (PSL).

Chips usados por empresa para enviar mensajes a través de WhatsApp - Reproducción

Folha habló varias veces con el autor de la denuncia interpuesta ante la Justicia del Trabajo, Hans River do Rio Nascimento, exempleado de una de estas empresas. En las primeras conversaciones, siempre grabadas, declaró que no sabía qué campañas se valieron del fraude, pero reafirmó el contenido de los autos y respondió a las preguntas del periódico.

Días después, cambió de idea tras llegar a un acuerdo con la antigua empleadora, registrada en la denuncia. "Lo he pensado mejor, te pido que retires todo lo que he dicho hasta ahora, no cuentes más conmigo", dijo a través de un mensaje de texto. Tres días antes, Folha se había puesto en contacto con Yacows.

Las conversaciones grabadas y la denuncia de Nascimento añaden detalles al esquema revelado por Folha en octubre, cuando el diario publicó que empresarios pagaron para impulsar mensajes anti-PT durante la disputa electoral.

Después de la publicación del reportaje, WhatsApp bloqueó los números relacionados con las cuatro agencias de medios identificadas y citadas por Folha como responsables de los disparos masivos: Quickmobile, Croc Services, SMS Market y Yacows.

Nascimento describe la actuación de tres agencias coligadas: Yacows, Deep Marketing y Kiplix, que comparten dirección en São Paulo y pertenecen a los hermanos Lindolfo Alves Neto y Flávia Alves. Nacimiento estuvo empleado por Kiplix con un salario de R$ 1.500 (US$ 397).

Según su relato, las empresas registraron teléfonos celulares con nombres, CPF y fechas de nacimiento de personas que ignoraban el uso de sus datos. Nascimento envió al periódico una relación de 10 mil nombres de personas nacidas entre 1932 y 1953 (de 65 a 86 años) que, afirma, era distribuida por Yacows a los operadores de disparos de mensajes.

Nacimiento declara que los datos utilizados sin autorización eran una parte importante del esquema fraudulento.

La ley exige el registro de un CPF existente para liberar el uso de un chip. Como WhatsApp bloquea los números que envían un gran volumen de mensajes para impedir el spam, las agencias necesitaban chips suficientes para reemplazar los bloqueados y mantener la operación.

Además, según Nascimento, la línea de producción de mensajes funcionó ininterrumpidamente durante la campaña.

Las condiciones a las que alega haber sido sometido -dice no haber sido dado de alta, no haber hecho descanso para el almuerzo y no haber recibido horas extras- le llevaron a denunciar a Kiplix.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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