La vida real del programa Más Médicos incluye un centro de salud con murciélago y el techo derruido

Precariedad y escasez de materiales y equipos alejan a los médicos del interior del país

Marina Estarque
São Paulo

Las enfermeras prueban varias llaves hasta encontrar la que abre la sala de curativos, cerrada desde hace meses por la "infestación de murciélagos". Parte del techo se ha venido abajo, la lámpara se ha caído, la litera y el suelo están sucios llenos de paja y plumas.

"Las heces de murciélago comenzaron a pesar y el techo se derrumbó", dice la enfermera Geisa Cone, de 39 años, sobre la UBS en la tierra indígena Massacará, en Euclides da Cunha (BA), a 330 km de Salvador.

Dependiente de la Secretaría Especial de Salud Indígena, la UBS es un ejemplo de la falta de estructura de la atención básica en el interior del país.

UBS de la tierra indígena de Massacará - Folhapress

La precariedad y la escasez de materiales, y equipos ayudan a explicar la dificultad de atraer profesionales del programa Más Médicos a estos lugares, que han quedado desasistidos tras la salida de los profesionales cubanos, que representaban la mitad de los equipos en el país y predominaban en regiones de extrema pobreza y tierras indígenas.

Después de que Cuba anunciara la retirada de sus médicos del programa, por discrepancias con el presidente electo Jair Bolsonaro (PSL), lugares como la UBS de Massacará todavía aguardan la reposición de facultativos.

El Ministerio de Sanidad logró cubrir más del 98% de las inscripciones para las 8.517 plazas abiertas, no obstante, reina la incertidumbre en cuanto al número de profesionales que asumirán las plazas: esta semana, 200 ya habían desistido y sólo el 30% se había presentado a trabajar.

La UBS de Massacará atiende a 1.175 indios kaimbé y se encuentra a 40 minutos de la sede del municipio. Para llegar hasta allí, es necesario recorrer 35 km por una carretera de tierra por el sertão, la región desértica del norte del país.

La sala de curativos, inoperante, le hace falta al equipo de la UBS. "Si llega un paciente con heridas muy contaminadas, con mucho olor, tenemos que ponerlo junto al que está haciendo inhalaciones, eso no está bien", dice Geisa.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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