Las denuncias de abusos sexuales contra el médium João de Deus sorprenden al municipio del interior de Goiás

En las calles, pocos habitantes se atreven a hablar abiertamente sobre el tema

Natália Cancian
Abadiânia

Silencio. La palabra, que aparece en cuadros y carteles colgados por todos lados en la Casa Dom Inácio de Loyola, en Abadiânia (GO), retrata el ambiente que se respira en la ciudad de menos de 15 mil habitantes, desde que las denuncias de abusos sexuales contra uno de los médiums más famosos del país vieron la luz.

En las calles, pocos habitantes del municipio que gira en torno a las actividades de João de Deus, nombre por el cual es conocido el médium João Teixeira de Faria, se atreven a hablar abiertamente sobre el asunto. Temen sufrir represalias y  esperan a que rompa el silencio el espiritista, fundador del hospital espiritual que funciona desde 1976.

El sábado, 8 mujeres declararon al periódico O Globo y al programa "Conversa com Bial", de la cadena  TV Globo, haber sido abusadas sexualmente durante consultas espirituales en la Casa Dom Inácio, lugar en el que el espiritualista recibe a más de mil personas al día los miércoles y los viernes.

La Casa de Dom Inacio de Loyola, donde funciona el centro espírita que mantiene João de Deus, donde catorce mujeres han denunciado haber sido sexualmente abusadas por él durante supuestas sesiones de curación - Folhapress

Las denuncias cambiaron la rutina en la ciudad. La mañana del domingo (9), la sombra de la incertidumbre planeaba sobre turistas y vecinos.

Mientras la Casa intentaba seguir  su agenda  de actividades, brasileños y extranjeros que habían viajado al lugar en busca de tratamiento espiritual se encontraban divididos entre la defensa del médium y la preocupación ante los relatos.

"Hasta entonces, todo iba bien. Pero cuando vimos las noticias en televisión, pensamos: ¿y si es un charlatán?", cuenta Demir Ali Selen, de 28 años, que llegó desde Turquía junto a los tíos en busca de tratamiento para el sobrino, de tres años, diagnosticado con un cáncer cerebral. "Es difícil oír hablar de ello sabiendo que nos llevó más de 24h llegar hasta aquí".

A pesar de las dudas, la madre del niño, el ama de casa Sibel Ozture, de 42 años, dice que no se plantea renunciar al tratamiento espiritual que han recomendado que el menor siga junto al tratamiento médico.

Entre los trabajadores de hoteles y posadas,  el balance del impacto de las denuncias debe ser más claro el miércoles, la próxima fecha de atención al público del médium.

OTRO LADO

La asesoría del prensa del médium no retornó las llamadas a Folha.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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