La reducción de áreas indígenas es desaprobada por 6 de cada 10 brasileños. El tema volvió a la mesa de discusión el 1 de enero, cuando Jair Bolsonaro transfirió la responsabilidad de la demarcación de la Funai (Fundación Nacional del Indio) al Ministerio de Agricultura.
El dato es de una encuesta del instituto Datafolha realizada a partir de 2.077 entrevistados en 130 municipios, entre el 18 y el 19 de diciembre de 2018. El margen de error es de dos puntos hacia arriba o hacia abajo, considerando un nivel de confianza del 95%.
Cuanto más mayor y menos escolarizado es el brasileño, mayor es la tendencia a concordar con la reducción de los límites de las reservas.
La polémica en torno al tema es creciente porque, en la práctica, las identificaciones, limitaciones y demarcaciones de tierras pasaron a manos de representantes del sector agroindustrial con la llegada del nuevo gobierno.
La Secretaría de Asuntos Latifundistas, que está ligada a la cartera de Agricultura y se encarga del asunto, está liderada por Nabhan García, que fue presidente de la UDR (Unión Democrática Ruralista).
El ganadero afirma que la cartera va a estudiar, "con exención", las demarcaciones realizadas en los últimos diez años o más y que el Gobierno puede anular decisiones si considera que hubo fallas en el proceso.
Brasil posee actualmente 721 tierras, en diferentes etapas de demarcación. Estas áreas representan el 13,8% del territorio brasileño.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA