Río de Janeiro tiene que tener su Guantánamo para traficantes, según el nuevo gobernador

Wilson Witzel hizo referencia a la prisión estadounidense localizada en Cuba que alberga a acusados de terrorismo

El nuevo gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel (PSC), afirmó el jueves que el Estado "necesita tener su Guantánamo" para traficantes, haciendo referencia a la polémica prisión estadounidense localizada en Cuba que alberga prisioneros acusados de terrorismo.

Hizo estas declaraciones después de volver a decir que los traficantes “están sambando en nuestra cara con fusiles en las manos”, que va a centrar las investigaciones en el eslabón más fuerte de la cadena, que es quien da el fusil y el dinero" y que va tratar de aprobar una ley junto al Congreso Nacional para clasificarlos como terroristas.

"La ley antiterrorista puede aumentar el límite de la pena de 30 a 50 años, aumentar el régimen íntegramente cerrado, sin visitas, en establecimientos penitenciarios destacados, lejos de la civilización. Necesitamos tener nuestro Guantánamo, hay que poner a los terroristas en lugares donde la sociedad se libre definitivamente de ellos", dijo.

Guantánamo fue inaugurada en 2002 por el presidente George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre. Las autoridades estadounidenses ya llegaron a admitir el uso de tortura contra los presos de la cárcel, que hace un año albergaba a 41 detenidos.

Witzel dio la declaración durante la toma de posesión del nuevo secretario estatal de la Policía Civil, el delegado Marcus Vinícius de Almeida Braga, exdirector de policía especializada. Durante la mañana del jueves (3), también asumió como secretario de la Policía Militar el coronel Rogério Figueiredo de Lacerda, excomandante de las UPP (Unidades de Policía Pacificadora).

En su discurso, el gobernador también anunció que va a permitir que policías militares registren infracciones leves en el momento de la denuncia y envíen la información directamente a la Justicia, sin precisar llevar al supuesto autor del delito a una comisaría.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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