Un temporal con fuertes vientos azotó Río la noche del miércoles (6), cobrándose la vida de al menos seis personas, causando inundaciones, el derrumbe de árboles, y dejando varios barrios sin electricidad. En algunos puntos de la ciudad, con áreas de riesgo, incluso llegaron a sonar las alarmas. El Ayuntamiento decretó la alerta de crisis (la más grave) durante 22h y recomendó a los cariocas no salir de casa.
El gobernador de Río, Wilson Witzel (PSC), echó la culpa de la tragedia, vivida entre la noche del miércoles (6) y la madrugada del jueves (7), a la falta de fiscalización y la ocupación irregular en laderas y cerros.
El discurso de Witzel fue una crítica a la actual Alcaldía de Río y a las administraciones anteriores. Según el gobernador, no hubo control efectivo de la expansión inmobiliaria de las favelas. Defensa Civil, afirmó el gobernador, tiene un estudio que muestra que 80 mil familias estarían viviendo en áreas de riesgo en todo el Estado.
En dos años al mando del Ayuntamiento de Río de Janeiro, el alcalde Marcelo Crivella (PRB) no gastó R$ 564 millones (US$ 151 millones) de recursos disponibles para acciones de control de inundaciones y contención de laderas. De los R$ 731 millones (US$ 196 millones) aprobados para este tipo de inversiones, el Ayuntamiento sólo utilizó R$ 166 millones (US$ 44 millones), es decir apenas el 22% del total.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA