Con desgastes y aislado, Bolsonaro completa 100 días de gobierno y revisa estructura

Bolsonaro baraja cambiar la estrategia de comunicación y al equipo de articulación parlamentaria

Brasília

"Yo vivo en arresto domiciliario sin tobillera electrónica". La frase repetida por Jair Bolsonaro para definir el día a día de un presidente resume el aislamiento político al que se ha sometido tras cien días de mandato, completados el miércoles.

 Durante este tiempo, no consiguió formar una base aliada, enfrentó el desgaste por las acciones de sus hijos, viajó poco por el país, se rodeó de un núcleo ideológico y se refugió en las redes sociales, donde levantó diversas polémicas.

El presidente Jair Bolsonaro - Folhapress

Después de tres meses marcados por tropiezos y conflictos, el mandatario inició la reestructuración del Gobierno, que debe intensificarse a partir de la próxima semana.

 Se discute el cambio de estrategia de comunicación, cambios en la Explanada de los Ministerios e intercambio en el equipo de articulación parlamentaria.

 La idea principal es renovar el grupo considerado ideológico, responsable de crisis políticas en estos tres primeros meses, y priorizar una visión más pragmática de gestión pública.

 Bajo lo que él califica de "nueva política", el mandatario no creó un canal de diálogo con dirigentes partidistas y desarrolló una relación frágil con el Congreso, poniendo en peligro una de las prioridades del mandato: la aprobación de la reforma de las pensiones.

Para superar el punto débil, pretende crear un consejo político, con líderes y presidentes de las diferentes siglas, y hará cambios en la interlocución con los parlamentarios.

A pesar de un inicio turbulento, integrantes del equipo del presidente dicen que Bolsonaro tiene la convicción de que no cometió ningún gran equívoco, con la excepción de la divulgación de un vídeo con imágenes obscenas a través de las redes sociales.

 Con la repercusión negativa, tanto a  izquierda como a derecha, del caso "golden shower", se reunió con auxiliares de confianza y reconoció que exageró y borró la publicación.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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