En una reunión ministerial la mañana del martes (21), el presidente Jair Bolsonaro (PSL) pidió a los integrantes de su equipo que no comparezcan a las manifestaciones en apoyo al gobierno convocadas para el próximo domingo (26). El propio presidente desistió de participar en los actos.
Según el portavoz de la Presidencia, el general Otávio Rêgo Barros, el presidente incluso aconsejó a los ministros a hacer lo mismo. "Por tratarse de una manifestación libre y espontánea, el presidente no quiere que se asocie al gobierno", explicó el portavoz a Folha.
Asimismo, durante la reunión, el presidente pidioó al equipo ministerial que no animen a sus seguidores a través de las redes sociales a acudir a las manifestaciones y se distancien por completo del asunto, que, según él, no tiene y no debe tener relación con el gobierno.
La presencia del presidente en las manifestaciones era defendida por el núcleo ideológico del Palacio del Planalto, formado por seguidores del escritor Olavo de Carvalho. Para ellos, la participación del presidente sería un gesto importante con sus simpatizantes.
Sin embargo, el grupo moderado, que está compuesto por los militares consideraba la asistencia de Bolsonaro un error. Para ellos, con su presencia, el presidente sufriría un desgaste independientemente de la afluencia de participantes.
Los integrantes del propio PSL, partido del presidente, restaron importancia a los actos del domingo.
Con movimientos de derechas divididos y desmarcándose, los grupos que organizan las manifestaciones comenzaron a adoptar un discurso más moderado y descartar posiciones radicales para intentar aumentar la participación de simpatizantes del gobierno. Un ejemplo de ello son los discursos que apelaban al cierre del Congreso y del STF (Supremo Tribunal Federal) que fueron relegados en un segundo plano.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA