Bajo presión del Legislativo y del Judicial, el presidente Jair Bolsonaro dio marcha atrás ayer e hizo modificaciones en el decreto que flexibiliza el derecho al porte de armas y municiones.
La nueva versión de la medida fue publicada en el Diario Oficial de la Unión y prohíbe que ciudadanos comunes tengan armas de fuego como fusiles, rifles y carabinas, un permiso que había sido criticado por expertos en seguridad pública.
La medida también establece los 14 años como edad mínima permitida para la práctica de tiro deportivo, con autorización de los padres. El decreto anterior concedía la autorización para menores de 18 años, sin edad mínima definida.
El gobierno ganó tiempo para enfrentar la resistencia del Congreso, pero no disminuyó los obstáculos que tendrá que superar la medida, considerada por los parlamentarios exagerada.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA