Manifestantes ocupan las calles contra los recortes en educación en más de 170 ciudades brasileñas

Bolsonaro tilda de "idiotas útiles" usados como "masa de maniobra" a los miles de asistentes

Miles de personas salieron a las calles en al menos 170 ciudades brasileñas, para protestar contra los recortes en educación promovidos por el gobierno de Jair Bolsonaro que tildó a los asistentes de “imbéciles e idiotas útiles usados como masa de maniobra”.

Los actos ocuparon calles y avenidas de todas las capitales y del Distrito Federal, además de otras 130 ciudades. Se llegaron a celebrar incluso en pequeños municipios, como Felipe Guerra (RN), de 5.734 habitantes, y en la tierra indígena Alto Río Negro, en la frontera entre Amazonas y Colombia.

Participaron manifestantes convocados por sindicatos contrarios a la reforma de las pensiones, pauta original de los actos, y estudiantes y profesores de escuelas y universidades públicas y privadas.

"Nuestra arma es más fuerte" - Nacho Doce/Reuters

Había políticos y militantes de partidos de izquierda, integrantes de centrales de trabajadores y algunos manifestantes que portaban banderas con el mensaje "Lula Libre". No obstante, miles de manifestantes, de niños a ancianos, no tenían ninguna vinculación con agrupaciones políticas, algo que respondía a una participación espontánea que recordaba las protestas de 2013.

En São Paulo, autobuses fletados desembarcaban estudiantes con rostros pintado llegados de ciudades cercanas.

Como los alumnos de la escuela estatal de secundaria de Itaquaquecetuba, localizada en el área metropolitana de São Paulo, que entre todos pusieron dinero para poder alquilar el automóvil y hacer acto de presencia en las protestas. "Los estudiantes se organizaron y nos pidieron ayuda para venir", dijo el profesor de historia Marcos Santos de Souza, de 40 años.

Esa falta de vinculación a organizaciones y a partidos de muchos de los manifestantes se hacía visible en los carteles, gran parte diseñados en comunes folios blancos. Varios de ellos hacían referencia a la liberación de armas promovida por la gestión Bolsonaro ("menos armas y más educación") y a la declaración del ministro de Educación, Abraham Weintraub, que llegó a atribuir los recortes en las universidades a supuestas "algarabías" dentro de las instituciones, con miembros del movimiento Sin Tierra y "gente desnuda".

El ministro poco después  dijo que la política de cortes sería extendida a todas las universidades debido a la situación económica pero que podría ser revisada en caso de que mejorase el pronóstico de recaudación.

Manifestación en Salvador (BA) - Leitor

Los recortes ascienden al 30% de los gastos discrecionales de las universidades, que suplen los gastos básicos, como luz y agua, y pagos a empresas subcontratadas de seguridad y limpieza, por ejemplo.

De acuerdo con el ejecutivo de Bolsonaro, la partida presupuestaria que incluye salarios de empleados y profesores, sufrirá un corte de apenas un 3,4%.

Desde los Estados Unidos, el presidente afirmó que los estudiantes eran unos "imbéciles" que estaban siendo usados. "Es natural [que haya protesta], ahora bien, la mayoría allí es militante, no tiene nada en la cabeza, si le pregunta 7x8, no sabe responder. Si preguntas la fórmula del agua, no la sabe, no sabe nada", afirmó. "Son unos idiotas útiles, unos imbéciles, que están siendo usados ​​como masa de maniobra de una minoría lista que compone el núcleo de muchas universidades federales de Brasil”.

En São Paulo, Fernando Haddad (PT), adversario derrotado por Bolsonaro en el segundo turno, afirmó que el mandatario escogió la educación "como objetivo predilecto".

"Tenemos hoy más de un millón de personas en las calles a favor de la educación en el país y el presidente Bolsonaro está en Texas, la patria que eligió servir", dijo desde unos de los vehículos contratados por sindicalistas.

La UNE convocó una nueva megaprotesta en todo el país el próximo día 30. “Es el inicio del sabor amargo que Bolsonaro sentirá", dijo la presidenta de la entidad, Marianna Dias.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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