El comando de la Aeronáutica se ha negado a informar si el segundo sargento de Aeronáutica Manoel Silva Rodrigues, detenido en España con 39 kilogramos de cocaína, pasó por la inspección antes de embarcar en la aeronave de apoyo de la comitiva del presidente Jair Bolsonaro.
Durante una rueda de prensa, el portavoz de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña), el mayor Daniel Rodrigues Oliveira, fue cuestionado numerosas veces sobre el asunto. En todas sus respuestas, repitió que el caso estará bajo secreto de sumario mientras la policía militar lleva a cabo las diligencias.
El mayor resaltó que el procedimiento de seguridad adoptado por la Fuerza Aérea para misiones de traslados prevé inspecciones antes del embarque, tanto la inspección de pasajeros como de equipajes, pero no respondió si se llevó a cabo en la aeronave de apoyo.
"En este caso concreto, el tema de la inspección es el objeto de la investigación y está bajo secreto sumarial", respondió. "No podemos hacer analogías sobre este hecho, ya que hay en curso una investigación. La norma obliga a tripulantes a pasar por una inspección, hay un control de tripulantes y equipajes", agregó.
No obstante, según han informado a Folha integrantes del Gobierno, raramente la tripulación de apoyo es sometida a una revista policial o a detectores de metales antes del embarque en Brasil. Después de lo ocurrido, auxiliares del Gobierno han defendido que las Fuerzas Armadas pasen a adoptar un procedimiento de seguridad más riguroso.
En la rueda de prensa, el portavoz dijo que las Fuerzas Armadas no han dado auxilio al sargento detenido. Según el militar, el Consulado General de Brasil en Madrid presta asistencia consular, manteniendo contacto con el acusado y con sus familiares.
Internamente, en la cúpula militar se baraja la idea de que el sargento fue pagado para transportar el material a España, donde lo entregaría a un grupo criminal.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA