Un disparo de una bala de goma impacta en la cara de un manifestante. A ello le siguen atropellos, arrestos, vandalismo, bombas y hostilidad con la prensa. En definitiva, escenas violentas marcaron la jornada de huelga el viernes (14), en las principales capitales del país. Los manifestantes salieron a las calles para protestar contra la reforma de las Pensiones y Seguridad Social.
Por la mañana, un conductor atropelló a manifestantes que cerraban una de las principales avenidas de Niterói (región metropolitana de Río). La rueda del coche pasó por encima de la pierna de la profesora Kate Costa, de 32 años, un estudiante sufrió excoriaciones leves en el brazo.
En el centro de Río de Janeiro, los tumultos comenzaron mientras agentes de la policía entraban en formación en medio del acto. Un manifestante soltó un petardo y, a partir de ahí, la Policía Militar comenzó a lanzar bombas de gas lacrimógeno.
En São Paulo, la Policía Militar lanzó balas de goma y bombas de gas lacrimógeno en dirección a los grupos de manifestantes que se concentraban en la esquina de la avenida Paulista con la calle de la Consolação, en la región central.
El manifestante Sandro de Lima, de 44 años, sufrió el impacto de una bala de goma en el rostro mientras participaba en una protesta cercana a la Refinería Getúlio Vargas, en Araucária, municipio localizado en la región metropolitana de Curitiba (sur).
Ya en Porto Alegre (sur), el transporte funcionó normalmente a lo largo del día y las interrupciones en los autobuses y trenes tuvieron lugar apenas a primera hora de la mañana.
En Salvador (noreste), 30 microbuses fueron depredados en medio de las paralizaciones. En total, fueron 29 autobuses apedreados y un tiroteado. No se registraron heridos.
Tambieén en el norte del país, en Recife, momentos antes de que se iniciara el acto, manifestantes expulsaron a un equipo de la cadena de televisión Globo que trasnmitía los acontecimientos, en el centro de la ciudad.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA