Los homicidios en Brasil crecieron 2,8 veces más en las regiones Norte y Nordeste que la media nacional, entre 2007 y 2017, año en que fueron asesinadas 65.602 personas.
Estos datos se desprenden del Atlas de la Violencia 2019, publicación del Ipea (Instituto de Investigación Económica Aplicada) y del Foro Brasileño de Seguridad Pública, divulgado este miércoles (5) y redactado a partir de los datos del Ministerio de Sanidad.
La distribución geográfica y demográfica de estas muertes violentas se ha vuelto cada vez más desigual.
En Brasil, se muere más en el Norte y Nordeste, y mueren más los negros y los jóvenes.
La tasa de homicidios en esas dos regiones aumentó un 68%, en este periodo de tiempo, llegando a 48,3 víctimas cada 100 mil habitantes. Mientras, la media nacional creció un 24%, registrando un nivel inédito de 31,6. El Sudeste y el Centro-oeste experimentaron una ligera disminución, y el Sur se mantuvo estable.
La concentración de los homicidios en determinados grupos y territorios a lo largo de la última década es notoria. Entre 2007 y 2017, el asesinato de negros creció diez veces más que el de los no negros (blancos, asiáticos e indígenas).
Asimismo, la muerte violenta intencional de jóvenes de 15 a 29 años aumentó un 38% en ese intervalo. En 2017, este grupo de edad, que corresponde al 25% de la población brasileña, representó el 54% del total de homicidios.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA