En un día de declaraciones controvertidas consecutivas, el presidente Jair Bolsonaro (PSL) dijo el viernes (19) que en Brasil no hay hambre.
Durante un desayuno con corresponsales de la prensa internacional el viernes por la mañana (19), Bolsonaro negó que haya personas en Brasil que pasan hambre.
"Decir que se pasa hambre en Brasil es una gran mentira. Igual, no comen bien. En eso estoy de acuerdo. Ahora, con hambre, no ".
"No se ve a gente pobre en las calles con un cuerpo esquelético, como vemos en otros países del mundo", dijo el presidente, sin mencionar a qué naciones se referían.
La declaración fue una respuesta a un representante del periódico español El País, que dijo que el presidente de la Cámara de los Diputado, Rodrigo Maia (DEM-RJ), había expresado su preocupación ante la desigualdad en Brasil y quería saber qué medidas tomaría el gobierno para reducir la pobreza del país.
Más tarde, Bolsonaro suavizó su discurso. Al final de una ceremonia homenaje al Día del Fútbol, el presidente reconoció que "algunos tienen hambre" y dijo que era inaceptable hacerlo en un país con las características naturales de Brasil.
Cuando se le preguntó si estaba desmintiendo su propia afirmación sobre el hambre en Brasil, Bolsonaro se enojó con los periodistas presentes.
"Oh, por amor de Dios, si es para entrar en detalles, me voy. No veo a gente delgada aquí [entre periodistas]. Tenemos problemas en Brasil, sí, no es mi culpa, viene de lejos. Vamos a tratar de resolverlo", dijo.
Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Brasil redujo las estadísticas del hambre del 10,6 % de la población a principios de la década de 2000 a menos del 2,5% a finales de la década. Estos indicadores, sin embargo, han empeorado nuevamente en los últimos años con la recesión económica.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA