En una carta enviada desde prisión, Léo Pinheiro, expresidente de la constructora OAS y testigo clave de la condena del expresidente Lula en la causa del triplex, niega la coacción por parte de los fiscales de la Operación Lava Jato para adaptar su versión y conseguir un acuerdo judicial, según una información obtenida por la periodista Mônica Bergamo.
"No soy ni un mentiroso ni una víctima de ninguna coacción", escribe Pinheiro. El domingo (30), Folha publicó, a partir de los mensajes obtenidos por el medio digital The Intercept Brasil, que el equipo de investigación desconfiaba de la colaboración del exejecutivo.
El empresario dice en la carta que las reformas en el inmueble en Guarujá (SP) "no fueron un regalo" y que los costes se descontaron de las comisiones ilegales pagadas al PT. No obstante, en 2016, cuando comenzaron las declaraciones, aseguró a los fiscales que las obras del piso eran un regalo a Lula, sin esperar nada a cambio.
La defensa del expresidente lo acusa de cambiar su versión por beneficios. Pinheiro ha cumplido dos años y medio en régimen cerrado y actualmente disfruta del tercer grado.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA