En la mayor derrota sufrida por la Lava Jato en los tribunales, el Tribunal Supremo Federal votó ayer a favor de una interpretación que podría sentar precedente y anular condenas impuestas en el marco de la Operación. Una de estos veredictos es el que llevó a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT).
Por 7 votos a favor y 3 en contra, la Corte Suprema determinó que los acusados delatores deben presentar sus alegaciones finales ante los otros acusados, esto significa que las condenas de todos aquellos procesos que no hayan seguido este protocolo serán revisadas.
En este sentido, el caso de la finca de Atibaia (SP), que incriminó a Lula, se ajusta a estas condiciones.
En medio de la crisis que atraviesa la Lava Jato, esta sesión marca el comienzo de la secuencia de recados que la Corte Suprema tiene intención de transmitir al grupo de investigadores y al exjuez Sergio Moro, actualmente Ministro de Justicia.
La prisión decretada tras la sentencia en segunda instancia será debatida por los magistrados en octubre y es una de las decisiones que más puede afectar a la Operación.
Con la ausencia de Marco Aurélio Mello, el presidente Dias Toffoli continuará la sesión el miércoles (2). Toffoli quiere definir una regla para evitar el efecto dominó que acabe derribando otras causas. Una de las soluciones sugeridas es aceptar revisiones de sentencias siempre y cuando cuando los acusados hayan presentado una queja en primera instancia sobre la cuestión procesal.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA