La conmoción y las protestas contra el gobernador marcan el funeral de la pequeña Ágatha Félix

La pequeña murió víctima de disparos durante una operación de la policía

Nicola Pamplona Michel Alecrim
Rio de Janeiro

Entre gritos de "justicia" y consignas contra el gobernador de Río, Wilson Witzel, la menor Ágatha Félix, de 8 años, fue enterrada el domingo (22). La pequeña murió víctima de disparos, el viernes (20), en el Complexo do Alemão, en el norte de la capital fluminense, cuando regresaba a casa con su madre.

Residentes del barrio acompañaron a los familiares de la menor en un funeral sumido en un ambiente de gran conmoción y rabia. "Veremos en cuánto tiempo este gobierno terminará con las familias, terminará con el futuro prometedor de nuestros hijos", dijo el abuelo de Agatha, Ailton Félix.

Pancarta en el entierro de Ágatha. (Foto: Zo Guimaraes/Folhapress, COTIDIANO )

De acuerdo con la policía militar, los efectivos reaccionaron al ataque de delincuentes cuando se produjo un tiroteo. No obstante, los residentes y familiares cuestionan la versión y aseguran que la policía disparó contra una moto que pasaba cerca de la camioneta donde se encontraba la niña.

Antes del funeral, los residentes de Alemão celebraron una manifestación, caminando hacia el barrio de Inhaúma, donde fue enterrada Ágatha.

El entierro quedó reservado para familiares y amigos. Cuando el cuerpo salió de la capilla hacia el cementerio, la multitud gritó "Witzel es un asesino". Portando pancartas contra la violencia ("Dejen de matarnos", se leía en una de ellas), la concentración caminó 500 metros hasta el cementerio de Inhauma.

"Ahora está en el cielo, que es el lugar que merece", declaró su abuelo, que siguió el coche fúnebre abrazado a familiares y amigos, repitiendo durante casi todo el trayecto: "El mundo está viendo lo que le ha pasado a mi nieta".

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

 

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