La radicalización propuesta por el entorno ideológico del presidente Jair Bolsonaro (PSL) es la principal fuente de preocupación institucional en la cúpula de las Fuerzas Armadas.
Los generales activos de las tres Fuerzas dicen que no hay un apoyo general a la aventura represiva sugerida por el grupo.
Los dos episodios más recientes, que incluyen la publicación del "video de la hiena" contra el Supremo Federal y la reacción al reportaje sobre las personas acusadas de matar a Marielle Franco en la urbanización de Bolsonaro, provocaron lo que un oficial general definió como "nivel alto de ansiedad".
La amenaza ha estado circulando desde que el bolsonarismo comenzó a difundir que las protestas en Chile y Ecuador, el regreso del peronismo en Argentina e incluso el vertido de petróleo en el litoral del noreste son parte de un complot de la izquierda que debe ser combatido.
Las teorías de la conspiración llegaron no solo a los hijos del mandatario, Carlos y Eduardo, sino también al general retirado Augusto Heleno (Oficina de Seguridad Institucional).
Influenciado, Bolsonaro se mimetizó con el ambiente ideológico e insinuó que convocaría a las Fuerzas Armadas si se produjera un contagio de las protestas chilenas.
Poco después, publicó el infame video en el que las hienas que representan al Supremo, el Colegio de Abogados, los medios de comunicación y opositores amorfos como el feminismo amenazan al león que se hace pasar por el presidente.
De esta forma se hizo evidente la presión del grupo ideológico, discípulo del escritor Olavo de Carvalho. Bolsonaro dio un paso atrás y se disculpó con el Supremo, solo con él. Pero su asesor internacional, Filipe Martins, redobló las críticas en las redes sociales incluso después del pedido de disculpas.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA