La nueva fase de Lava Jato que arrancó ayer apunta a Fábio Luis, hijo del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT).
La investigación se centra en el supuesto uso de empresas de Fábio Luis y Jonas Suassuna para pagar los gastos de la familia del petista. De acuerdo con los investigadores, el dinero provendría de las operadoras Oi y Vivo, que se habrían hecho sin lógica económica, solo para beneficiar a Lula y sus familiares.
Según la operación, parte del dinero fue destinado a la compra de la finca localizada en el municipio de Atibaia (SP) frecuentado por Lula, y cuyas reformas pagadas por constructores motivaron la condena del exmandatario por corrupción y blanqueo.
La Policía Federal llegó incluso a solicitar el arresto de Fábio Luis y otros involucrados, pero el MPF (Ministerio Público Federal) dijo que no había necesidad y la jueza Gabriela Hardt rechazó el requerimiento.
A través de una red social, Lula calificó la acusación de "demostración pirotécnica propia de fiscales adictos a la fama" y dijo que el MPF se vale de "malabarismo" para intentar cogerlo.
Fábio Luis aún no ha presentado su equipo de defensa en esta etapa de la Operación Lava Jato. Asimismo, Folha no pudo entrar en contacto con Suassuna.
Por su parte, Oi y Telefónica, propietaria de Vivo, declararon a través de un comunicado que siempre colaboran con las autoridades.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA