El Estado de Río de Janeiro registró la primera muerte de un menor víctima de la violencia de 2020. Anna Carolina de Souza Neves, de 8 años, sufrió el impacto en la cabeza de una bala perdida, el jueves por la noche (9), cuando se encontraba en el sofá de su casa, en el barrio de Belford Roxo, en la región de Baixada Fluminense.

La víctima llegó al Hospital Estatal Adão Pereira Nunes todavía con vida, pero no resistió al disparo y murió el viernes (10). La Policía Civil asegura que está investigando las circunstancias del incidente y quien se ocupa es la Comisaría de Homicidios de la Baixada.

Para Folha, la tía de la niña dijo que la familia todavía no pretende hacer declaraciones y no tiene detalles sobre el entierro. En las redes sociales, la hermana de Anna Carolina escribió: "No le deseo este dolor a nadie. Mi hermana estaba acostada dentro de casa, DENTRO de casa, y una sola bala le quitó la vida".

La Policía Militar informó que un equipo del destacamento local patrullaba la Av. Joaquim da Costa Lima, en el barrio del Parque Esperança, cuando fue "alertado por vecinos sobre un menor con heridas de bala".

La corporación dijo que se dirigió inmediatamente a la escena del crimen y trasladó la niña al hospital. También señaló que aquella noche aquel destacamento no llevó a cabo ninguna operación.

En 2019, la región metropolitana de Río registró al menos seis menores asesinados por impactos de balas (67 en total desde 2007). La mayoría vivía en la favela, era negra, tenía una madre soltera y fue herida durante una operación de la Policía Militar. Por  el momento, solo uno de estos casos ha dado como resultado una acusación: Agatha Felix, de 8 años, cuya muerte causó una conmoción nacional.

Traducido por Azahara Martín