La Policía Federal concluye que no existen pruebas de que el senador Flávio Bolsonaro (sin partido en Río de Janeiro) haya cometido los delitos de blanqueo de capitales y falsificación documental, en el marco de una investigación electoral que tiene en el punto de mira tanto el negocio inmobiliario del hijo mayor del presidente como su declaración de bienes, durante la campaña para los comicios de 2018. El informe final de la policía sobre el caso será entregado al tribunal en los próximos días.
Las deducciones de la PF no coinciden con los elementos encontrados en otra diligencia de la Fiscalía en Río de Janeiro, que investiga la práctica de la llamada "rachadinha" [reparto], en el antiguo gabinete de Flávio en la Asamblea Legislativa (fue diputado de Estado de febrero de 2003 a enero 2019).
En este tipo de esquema, los empleados son obligados a devolver parte de sus salarios a los diputados.
Según la Fiscalía, que investiga la práctica tipificada como malversación de fondos, ocultación de patrimonio y organización criminal, Flávio llegó a conseguir R$ 2,3 millones gracias a operaciones inmobiliarias y la franquicia de una chocolatería. Por su parte, el senador niega haber cometido los delitos investigados.
Aunque no vayan en la misma dirección, las investigaciones de la Policía Federal y de la Fiscalía de RJ difieren en cuanto a las propiedades de Flávio.
El proceso, que se encuentra actualmente en la PF, se originó a partir de la denuncia interpuesta por el abogado Eliezer Gomes da Silva, cuya acusación se basa en la información extraída de un reportaje publicado por Folha en enero de 2018. El artículo destaca la evolución patrimonial de Jair Bolsonaro, entonces diputado federal, y de sus hijos que ejercen cargos políticos.
En la querella, el abogado destacó el hecho de que Flávio declaró en 2014 y 2016 que era propietario de un inmueble en Laranjeiras, no obstante, el hoy senador atribuyó diferentes valores a la misma propiedad cada año.
En el caso de los inmuebles, el Ministerio Público sospecha que los valores que constan en los registros de la propiedad (atribuidos por el propio Flávio) no son reales. Ya en la investigación de la PF, no se encontraron pruebas al respecto.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA