Las fuertes lluvias que azotaron la Baixada Santista entre el lunes por la noche (2) y ayer dejaron al menos 19 muertos, 29 desaparecidos, deslizamientos de tierra y numerosos daños materiales.
El municipio de Guarujá registró 15 muertes, incluido un bombero, que fue soterrado en Morro do Macaco Molhado mientras intentaba en vano salvar a una mujer y su bebé. Otro soldado, también soterrado, se encuentra en paradero desconocido hasta el cierre de esta edición. Y al menos 200 personas están sin hogar en la localidad.
En 12 horas, llovió en Guarujá 282 mm, es decir, el total previsto para todo el mes de marzo. "Tendremos lluvias hasta el jueves. Por lo tanto, la gente tiene que seguir las recomendaciones e inmediatamente abandonar sus hogares", declaró el gobernador João Doria (PSDB), que voló sobre la Baixada y dijo que estaba sorprendido por el volumen de tierra y derrumbes.
La región costera de São Paulo cuenta con un histórico de fuertes lluvias y deslizamientos de tierra. Para los especialistas, el factor de riesgo no es la precipitación en sí, sino la existencia de casas levantadas en laderas.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA