El senador Flávio Bolsonaro (Republicanos-RJ) prestó declaración el lunes (20) y negó haber recibido información privilegiada en 2018 sobre la Operación Furna da Onça, cuyo uno de sus objetivos es su exasesor Fabrício Queiroz.
El parlamentario acudió a las oficinas del MPF (Fiscalía Federal) en Brasilia, en el marco de una investigación a partir de las acusaciones vertidas, en una entrevista concedida a Folha, por el empresario Paulo Marinho, un exaliado de la familia Bolsonaro y ahora candidato por el PSDB para el Ayuntamiento de Río.
Después de su declaración, Flávio dijo que lo que mueve a Marinho es ocupar su escaño en el Senado. Y es que el empresario es el suplente del hijo del presidente.
Marinho asegura que un inspector de la Policía Federal mandó información a personas próximas a Flávio sobre su entonces asesor, Fabrício Queiroz, y las investigaciones que estaban en curso.
En vista de la contradicción entre las declaraciones de Marinho y Flávio, el MPF ahora está barajando la posibilidad de celebrar un careo.
Queiroz aparece en un informe del Coaf (agencia de inteligencia financiera) por los movimientos inusuales de su cuenta bancaria. Un documento que se ha adjuntado a la investigación de la operación Furna da Onça.
El exasesor, que está bajo arresto domiciliario, está acusado por el Ministerio Público de ser el operador de un esquema de distribución y devolución de salarios en el despacho de Flávio, cuando el hijo de Bolsonaro era diputado del Estado de Río de Janeiro.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA