La defensa del policía militar Giovane Gaspar da Silva, de 24 años, uno de los guardias de seguridad arrestados por el homicidio de João Alberto Freitas, de 40 años, conocido como Beto Freitas, en una unidad de la cadena Carrefour en Porto Alegre, niega la intención de matar a la víctima o la motivación racista y plantea la hipótesis de que el fallecido pudo haber sufrido un infarto.
“El análisis forense también incluye como posible causa de la muerte un ataque cardíaco. También sospechamos que el señor João Alberto se encontraba bajo los efectos de narcóticos por la fuerza que demostró en aquel momento. Además, tenía la pupila dilatada”, dice el abogado defensor David Leal.
El IGP-RS (Instituto General de Medicina Legal de Rio Grande do Sul) señaló, en un análisis preliminar, que la víctima murió asfixiado. Las imágenes muestran que Beto Freitas fue sofocado durante casi cuatro minutos, frente a 15 testigos, tras haber sido golpeado durante al menos dos minutos por dos guardias de seguridad.
Asimismo, Leal asegura que su cliente tampoco tenía la intención de acabar con la vida de João Alberto y no actuó de manera racista.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA