Comandantes de las Fuerzas Armadas renuncian en protesta contra Bolsonaro

A Braga Netto, el nuevo ministro de Defensa, le molestó la renuncia colectiva de los oficiales y anunció su cese; El país atraviesa una crisis militar sin precedentes desde 1977

Por primera vez en la historia, los tres comandantes de las Fuerzas Armadas han presentado una renuncia conjunta por no estar de acuerdo con el presidente de la República.

Todos reafirmaron que los militares no participarán en ninguna aventura golpista, pero buscan una salida ante la crisis, la mayor desde la renuncia del entonces ministro del Ejército Sylvio Frota en 1977 por el presidente Ernesto Geisel.

Jair Bolsonaro con Antonio Carlos Moretti Bermudez, Ilques Barbosa Junior, Fernando Azevedo e Silva, Edson Leal Pujol en noviembre de 2018. (Photo by Sergio LIMA / AFP) ] - AFP

Este martes por la mañana, Edson Leal Pujol (Ejército), Ilques Barbosa (Armada) y Antônio Carlos Bermudez (Aeronáutica) pusieron sus cargos a disposición del general de la reserva Walter Braga Netto, el nuevo ministro de Defensa.

Braga Netto trató de disuadirlos de seguir los pasos de su antecesor, también general en la reserva Fernando Azevedo, despedido por Jair Bolsonaro el lunes (29).

Hubo momentos de tensión en el encuentro, según fuentes cercanas. A Braga Netto le molestó la renuncia colectiva y anunció el cese de los oficiales. De hecho, en el comunicado emitido por el Ministerio de Defensa, se dice que los comandantes serán reemplazados, y no que hayan presentado la dimisión.

Es una forma de Bolsonaro afirmar su autoridad en un momento conflictivo, evocando el principio de jerarquía. Al mismo tiempo que intenta evitar amplificar la crisis.

En la reunión, según fuentes comunicaron a Folha, el comandante de la Marina vivió un momento de exaltación frente al nuevo ministro de Defensa, Braga Netto. Insatisfecho con la renuncia de Azevedo, el almirante señaló que el cambio genera aprensión en el país y que afecta la imagen de las Fuerzas Armadas.

Hoy el Ejecutivo puede nombrar al actual secretario general del Ministerio de Defensa, el almirante Almir Garnier Santos, para comandar la Marina, y al comandante militar del Nordeste, general Marco Freire Gomes, para comandar el Ejército. Ya para la Aeronáutica, todavía no hay un nombre definido.

Sin embargo, el nombramiento de Freire Gomes enfrenta una fuerte resistencia en el seno de las Fuerzas Armadas, ya que hay seis generales cuatro estrellas superiores a él en la jerarquía militar. La cúpula militar del Palacio del Planalto ha intentado convencer al presidente para que elija otro nombre.

Hay reverberaciones. Generales del Alto Mando del Ejército comentaron que la presión para quitar a Pujol alejará aún más a Bolsonaro de las Fuerzas Armadas, lo opuesto al movimiento que pretendía.

El malestar por el inesperado anuncio de la salida de Azevedo, que actuó como nexo entre los brazos militares del Gobierno, el servicio activo y el Poder Judicial, ha sido demasiado intenso.

Para los aliados, el motivo de la destitución sumaria del ministro se debe al traspaso "de la línea roja": Bolsonaro exigía manifestaciones políticas favorables a los intereses del Gobierno y apoyo a la idea de decretar un estado de defensa para evitar lockdowns en todo el país.

El mandatario llegó a decir públicamente: "mi ejército no permitirá tales medidas". Mientras tanto, fue derrotado en el Supremo al intentar tumbar las restricciones en tres unidades de la Federación, una medida que no fue apoyada por el abogado general del Gobierno, José Levi, y que ayer le valió su salida.

Enfrentar las medidas de los gobernadores para intentar restringir la circulación del nuevo coronavirus, que ya mató a 310.000 personas, es la obsesión del presidente desde que capituló ante el gobernador João Doria (PSDB-SP) y abrazó la causa de la vacunación.

Las restricciones tienen menos apoyo popular que la inmunización, y el presidente cree que los lockdowns y similares medidas obstaculizarán aún más sus planes de reelección debido al efecto negativo natural en la economía. Y es que su popularidad en los últimos meses se ha desplomado.

Incluso llegó a comparar las medidas con el estado de sitio, una exageración que hizo que el presidente del Tribunal Supremo, Luiz Fux, cuestionase sus intenciones.

En las reuniones del lunes, según fuentes, los tres comandantes coincidieron en que sería importante hacer una transición pacífica y controlada, con consenso en cuanto a los nombres de los sustitutos.

Temen que se produzca agitación en los cuárteles, sobre todo porque este miércoles (31) se cumplen 57 años del golpe de Estado que mantuvo a los militares más de dos décadas en el poder, hasta 1985. Así que por ahora, la consigna es calmar los ánimos.

El recuerdo del episodio Frota de 1977 está vivo en la mente de los oficiales generales, todos licenciados por aquellos años.

Pero hay diferencias: se vivía una dictadura en proceso de apertura por Geisel, y Frota se oponía a ello. Además, era ministro: la cartera de Defensa solo se crearía en 1999, y permaneció en manos civiles hasta 2018. El Ministerio, por cierto, se ha acostumbrado a las crisis: 5 de sus 12 titulares han abandonado hasta la fecha.

Los comandantes se reunieron con Azevedo esta mañana, en Defensa. Braga Netto habló con ellos después.

Todos ellos son más antiguos que el ministro, jerga militar para decir que se graduaron en promociones anteriores a la suya. Esto tiene un gran peso en la jerarquía de las Fuerzas Armadas.

El más desgastado ha sido Pujol, el desafecto de Bolsonaro desde el año pasado, por divergencias en la conducción de la lucha contra la pandemia: mientras el presidente adoptó una agenda negacionista, el general le ofreció un codazo en lugar de un apretón de manos.

El presidente intentó destituirlo del mando, sin éxito por falta de apoyo de Azevedo. Recientemente, exigió una postura crítica a la Corte Suprema debido al restablecimiento de los derechos políticos de Luiz Inácio Lula da Silva.

No obstante, Azevedo y Pujol no repitieron el comportamiento del excomandante Eduardo Villas Bôas, quien causó revuelo cuando presionó a la Corte en 2018 para que no concediera un hábeas corpus al expresidente, lo que allanó el camino para sus 580 días de prisión.

Pujol también fue rotundo, a fines de 2020, al decir claramente que los militares debían mantenerse al margen de la política. El descontento del servicio activo con la gestión del general Eduardo Pazuello, que no pidió la suspensión como militar mientras lideraba la cartera de Sanidad, fue otro motivo de preocupación y de estrés.

El trabajo de Braga Netto ahora será escoger a los sustitutos. Para la Marina y la Aeronáutica, Fuerzas de menor peso relativo, la sucesión podría ser menos neurálgica que en el Ejército.

Ambas Fuerzas se reunirán este martes por la tarde para discutir los nombres que serán presentados a Braga Netto.

En una reunión el lunes por la noche, el Alto Mando de las Fuerzas puso nombres en la mesa, todos longevos con cuatro estrellas sobre sus hombros.

A partir de este miércoles (31), el más longevo será José Luiz Freitas (Operaciones Terrestres), que irá a la reserva en agosto. El más antiguo, Decio Schons (Departamento de Ciencia y Tecnología), deja el servicio activo este día.

El segundo más antiguo es el jefe de gabinete, número 2 en la jerarquía, Marco Antônio Amaro dos Santos. Trabajó con Dilma Rousseff (PT), lo que dificulta sus posibilidades.

Surgen más obstáculos para el tercero, Paulo Sérgio (Dirección de Personal, que se ocupa de la salud del personal uniformado). Dio una entrevista en la que enumeró las medidas restrictivas que hicieron que el Ejército tuviera un nivel de contaminación mucho menor que el de la población. Esto enfadó al presidente.

Laerte Souza Santos (Comando de Logística) es el siguiente en la lista, pero fue el jefe del general Eugênio Pacelli, quien perdió su cargo después de que Bolsonaro tumbase los decretos sobre el control de armas.

El siguiente en la fila es el comandante del Nordeste, Marco Antônio Freire Gomes.

Todos son cercanos a Pujol, pero Freire Gomes despierta simpatía en el Palacio Planalto por haber seguido una carrera muy similar a la de Luiz Eduardo Ramos (Brigada Paracaidista, Fuerzas Especiales), el general que acaba de asumir la Casa Civil y es uno de los los amigos más antiguos de Bolsonaro.

Este último parte como favorito para ocupar el lugar de Pujol, por tanto. Y el hecho de que no sea el más antiguo no es un impedimento: ya ha habido otros comandantes que fueron elegidos con iguales condiciones.

La primera nota de Braga Netto como ministro fue en el aniversario del golpe del 64. Mantuvo el tono previamente adoptado por Azevedo, situando el golpe como respuesta a una amenaza contra la democracia.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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