Implantado en marzo de 2020 debido a la pandemia de la covid, el sistema de voto a distancia de la Cámara de Diputados puede ser manipulado, una posibilidad reconocida por la propia Cámara, que afirma estar estudiando formas de eliminar la brecha tecnológica.
En las últimas semanas, Folha escuchó testigos que, de manera reservada, afirman que los quórumes obtenidos en las sesiones virtuales se han producido sin que hubiera una participación efectiva, cuando la mayoría de los votantes tenían el audio y video de sus dispositivos, teléfonos celulares u ordenadores, desconectados.
Además, algunos llegan a levantar la sospecha de que los asesores estarían votando en lugar de los diputados, lo que está prohibido y constituye una violación de la ética parlamentaria, sujeto a la revocación del mandato.
Antes de la pandemia, las votaciones en el pleno de la Cámara se realizaban exclusivamente en persona, con registro biométrico tanto de asistencia como de votación.
En un comunicado, la Cámara manifestó que el área técnica "está analizando la adopción de la biometría facial en el proceso de voto a distancia" y que el proyecto aún se encuentra en su fase inicial. "Se trata de una inversión en seguridad prevista en el cronograma de evolución de la aplicación".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA