Las denuncias de construcciones irregulares levantadas por los paramilitares se quintuplicaron en cuatro años en la ciudad de Río de Janeiro, según un estudio elaborada por el Disque Denúncia {teléfono de denuncia] a pedido de Folha.
Las llamadas pasaron de 88 en 2016 a 423 en 2020, un aumento del 480%.
En 2019, año en el que 24 personas murieron por culpa de un deslizamiento de tierra en la favela de Muzema, en la región oeste, se recibieron 467 denuncias. En 2021, hasta mayo, ya se han registrado 168 denuncias.
En la década de 2000, los paramilitares obtuvieron ganancias principalmente extorsionando a los residentes de barrios a cambio de seguridad, gas y acceso a la televisión por cable. En la última década, comenzaron a invertir en otros frentes, como la explotación del mercado inmobiliario.
El estudio revela que la mayoría de las denuncias provienen de la zona oeste, una región históricamente explotada por grupos paramilitares en la capital.
El lunes (21), el Ministerio Público y el Ayuntamiento firmaron un acuerdo de cooperación que prevé un intercambio permanente de información para combatir la construcción ilegal.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA