Esta Folha informó, en noviembre de 2018, un movimiento atípico de parejas LGBTQIA + en las notarías del país.
Entre noviembre y diciembre de aquel año se oficializaron 4.027 matrimonios entre personas del mismo sexo, un récord según Arpen-Brasil (asociación del sector).
La carrera por los registros de unión fue el primer termómetro ante la incertidumbre que sentía la población LGBTQIA + por la llegada de Jair Bolsonaro (no partido) a la presidencia.
Cuando ganó base legal el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Supremo en 2011, Bolsonaro dijo que la unión familiar solo era posible entre un hombre y una mujer. El nuevo presidente, sin embargo, no presentó ningún proyecto de ley en la Legislatura para disolver los lazos civiles entre las personas LGBTQIA +, y el derecho sigue vigente.
Pero expertos en temas humanitarios, activistas y representantes de organizaciones civiles consultados por Folha dicen que las personas LGBTQIA + han perdido tiempo y voz durante los dos años y medio del actual gobierno.
“Necesitamos un Stonewall 2.0, pero esta vez en Brasil”, dice Michele Brea Soares, activista trans de Porto Alegre. El levantamiento de Stonewall, que tuvo lugar en 1969 en la ciudad de Nueva York, dio lugar al Día Internacional del Orgullo LGBTQIA +, celebrado este lunes (28).
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA