La opinión de que es necesario sacar a los militares de las decisiones políticas cobra fuerza entre los miembros del Poder Judicial y del Parlamento después de que el ministro de Defensa, general Walter Braga Netto, defendiera públicamente el voto impreso, la reivindicación del presidente Jair Bolsonaro, que elevó las tensiones entre los tres Poderes.
El ministro, que niega haber hecho amenazas, dijo que considera legítimo el debate sobre el voto impreso.
Según un artículo del diario O Estado de S. Paulo, Braga Netto envió al presidente de la Cámara, Arthur Lira (PP-AL), un mensaje en el que condiciona la celebración de las elecciones de 2022 a la aprobación de una enmienda constitucional que reinstituya el voto impreso en el país.
La declaración se hace eco de las recientes arengas golpistas del presidente, quien insinuó la cancelación de las elecciones si no se hacía su voluntad.
La propuesta del voto impreso fue rechazada por una comisión especial en la Cámara y es el objetivo de la articulación entre los magistrados del Supremo y 11 partidos para bloquear la idea del Gobierno.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA