El ministro de Sanidad atraviesa su peor momento y se aferra al puesto acercándose a bolsonaristas

Guardando cuarentena en Nueva York, Queiroga concentra sus esfuerzos para seguir una política bolsonarista y eclipsa los avances de la vacunación

Tras seis meses liderando el Ministerio de Sanidad, ciclo que completó en aislamiento en Nueva York para cumplir la cuarentena tras contraer la Covid-19, el médico Marcelo Queiroga atraviesa su peor momento en el Gobierno Federal.

El ministro impulsa una serie de complacencias hacia el presidente Jair Bolsonaro (sin partido) para aferrarse al cargo, aunque contradice a técnicos de su propia cartera y desgasta la relación con los gerentes del SUS (Sistema Único de Salud). El acercamiento al bolsonarismo eclipsan los avances de la campaña de vacunación y el descenso de las hospitalizaciones debido a la pandemia.

Elegido para hacerse cargo de Sanidad en el momento álgido de la crisis sanitaria y reemplazar al general Eduardo Pazuello, Queiroga se presentó como técnico. Comenzó su administración defendiendo máscaras y vacunas, pero después concentró sus esfuerzos en políticas que agradan al bolsonarismo.

Para complacer al mandatario, el médico autorizó estudios sobre la no exigencia del uso de mascarillas, sacó de Sanidad nombres vetados por partidarios del Gobierno y utilizó argumentos sin base para intentar prevenir la vacunación de adolescentes sin patologías. Queiroga también hizo gestos obscenos y mostró el dedo medio el lunes (20), en Estados Unidos, a los manifestantes que protestaban contra la administración Bolsonaro.

Al día siguiente, recibió un diagnóstico positivo de covid-19, dejando en evidencia a la delegación brasileña, que se había reunido con el primer ministro británico, Boris Johnson, entre otras autoridades.

El facultativo también evita cuestionar la defensa de Bolsonaro sobre el uso de medicamentos que no tienen eficacia contra la covid, como la cloroquina, y mantiene en su equipo a defensores de este tratamiento, como la secretaria de Gestión Laboral y Educación del Ministerio de Sanidad, Mayra Pinheiro.

Pese a la estima del presidente, el ministro sufrió derrotas en la tentativa de nombrar a sus propios gestores y aceptó las imposiciones del Planalto. Queiroga se ha unido a la lista de investigados de la Comisión de Investigación de la Covid y declarará ante los senadores cuando salga de la cuarentena.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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