La aproximación propuesta por PT y PSB a Geraldo Alckmin, para una posible alianza para presentarse como vicepresidente en la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, está generando descontento entre los potenciales aliados del exgobernador paulista.
Hay dos tipos de malestar. El primero se refiere al consenso de dos partidos de apoyo que podrían sostener este proyecto, el PSD y União Brasil (fusión DEM-PSL en curso), ante la indefinición de Alckmin. A todos sus interlocutores, el político les dice que "está a punto de decidir" su futuro.
En segundo lugar, la desconfianza entre quienes creen que el hecho de que Alckmin no haya rechazado el acercamiento de Lula podría tener repercusiones electorales negativas en caso de postularse al Gobierno de São Paulo.
La semana pasada, como reveló Folha, se testeo la recepción de una posible alianza Lula-Alckmin. Fue concebido por dos interesados en sacar a Alckmin de la disputa por São Paulo, su aliado Márcio França (PSB) y su rival Fernando Haddad (PT), quienes se unieron al expresidente y al exgobernador en las negociaciones. Fiel a su estilo, Alckmin no rechazó la idea.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA