Por temor a incidentes de violencia en las elecciones de octubre o después de éstas, el Ejército brasileño decidió cambiar su cronograma de trabajo en 2022. Los 67 ejercicios militares principales planificados para el año, que se centran en el último trimestre, se adelantaron y deberían llevarse a cabo hasta septiembre a más tardar. Después de eso, todo el personal de las Fuerzas debe estar disponible para cualquier imprevisto.
Ya existieron situaciones similares en la década de los noventa, pero derivadas de la falta de presupuesto para mantener todas las operaciones y los trabajos para la celebración de los comicios. El cambio debido al riesgo latente no tiene precedentes.
Las conversaciones del Alto Mando del Ejército siempre giran en torno al tema de la polarización, teniendo en cuenta el escenario actual de las urnas electorales. Es decir, una disputa en la que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) es favorito, buscando ganar en la primera vuelta, y en la que el actual titular del Planalto, Jair Bolsonaro (PL), aún ocupa el segundo puesto, pese a los números que arrojan los sondeos.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA