"El presidente [Jair Bolsonaro] no demarcó ni un centímetro como prometió. El presidente de la Funai, [Marcelo] Xavier, está para eso. Es la gestión del caos. No sé [suspiro]. Difícil, agotador , peligroso. Nos vamos".
Así completó el indigenista Bruno Pereira, de 41 años, una de sus respuestas a Folha durante una larga entrevista telefónica semanas antes de su último viaje a la tierra indígena Vale do Javari, en Amazonas.
La entrevista está fechada el 22 de abril, día en que se celebra el descubrimiento de Brasil. Después de 44 días, el 5 de junio, Bruno desapareció cerca de la tierra indígena. Fue asesinado junto al periodista británico Dom Phillips, de 57 años, quien escribía un libro sobre la Amazonia y contaba con la ayuda de un indigenista.
Bruno era un funcionario de Funai (Fundación Nacional del Indio) de baja no remunerada. Ese día, Folha lo contactó para hablar sobre los riesgos que enfrentan hoy los indígenas aislados, su especialidad.
En los aproximadamente 50 minutos de entrevista, el tono del indigenista varió entre la preocupación, cuando se trata de la seguridad y el riesgo de muerte de los aislados, y el entusiasmo, ante las posibilidades de mantener la acción en defensa de los derechos y libertades indígenas a través de lo que llamó "resistencia".
Al referirse a la Funai, de la que se había dado de baja por voluntad propia, Bruno mostró abatimiento e indignación, especialmente cuando el tema era la gestión actual de la agencia federal, bajo el mando de Bolsonaro.
Ex coordinador general de Indios Aislados y Contacto Reciente, Bruno comenzó a trabajar en primera línea de protección de las tierras indígenas a través de Univaja (União dos Povos Indígenas do Vale do Javari). La región es blanco de invasiones debido a la pesca y caza ilegales, la minería y la influencia del narcotráfico.
Para Folha, analizó la situación actual de la Funai, habló de la persecución contra él y otros funcionarios, abordó la influencia externa sobre la autarquía y presentó su panorama sobre la política indigenista del país y la condición de los pueblos indígenas.
Ese día, Bruno le pidió al reportero que no publicara sus declaraciones sobre la Funai, por consejo de sus abogados, ya que se enfrentaba a una situación de conflicto interno desde su salida.
Ahora, ante su trágica muerte y el interés periodístico debido a lo que pensaba sobre el tema, Folha publica su entrevista. Aquel día, Bruno estaba en Santarém (PA).
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA