La base de datos de la Policía Federal acumula alrededor de 1,3 millones de armas con registros caducados en manos de de ciudadanos. Revólveres, escopetas y pistolas son los modelos más comunes y corresponden al 88% del arsenal irregular.
Los registros muestran 703.000 revólveres, 456.000 escopetas y 213.000 pistolas con documentación caducada. También aparecen en la lista rifles, carabinas, garruchas, pistolas y escopetas, entre otros.
Las armas compradas por ciudadanos con autorización de la PF se enumeran en una base de datos llamada Sinarm (Sistema Nacional de Armas). La gran mayoría de las personas solo cuentan con el registro de posesión, ya que la posesión está restringida a ciertas categorías. Los registros tienen una vigencia de 10 años.
Los datos de Sinarm incluso indican armas a las que, en teoría, los ciudadanos comunes no podrían acceder a través de la Policía Federal. Hay, por ejemplo, 53 fusiles en el sistema con registro vencido en manos de civiles. La PF no se ha manifestado.
Para los especialistas, el número de armas irregulares es elevado y muestra un grave problema, pues señala la pérdida de control por parte de la Policía Federal sobre el paradero de los artefactos. Un registro puede no renovarse por olvido del propietario, pero también puede indicar que el arma fue robada o está en manos del crimen organizado.
"Cuando no se renueva este registro, la PF pierde la capacidad de decir dónde está físicamente el arma. Significa que salió del radar de control del estado brasileño. Esto es extremadamente grave", dice Ivan Marques, abogado y miembro de la Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA