Al menos 35 autobuses y un tren fueron incendiados en Río de Janeiro este lunes (23). Los ataques a los vehículos fueron una respuesta a la muerte de Matheus da Silva Rezende, conocido como Faustão, uno de los líderes de la mayor milicia del estado. La situación dejó el tráfico caótico en la zona oeste de la ciudad, afectando ocho barrios, y varias vías fueron cerradas. Como resultado, las estaciones y paradas de autobús estaban abarrotadas de personas tratando de regresar a sus hogares.
Este es el día con más autobuses incendiados en la historia de la ciudad, según Rio Ônibus (el sindicato de las empresas del sector). De los 35 autobuses destruidos, 30 son municipales y cinco son BRT (los vehículos articulados utilizados en corredores exprés).
A las 18h40 horas, la ciudad entró en estado de atención, el tercer nivel en una escala de cinco. En aquel momento, la población sufrió hasta 58 km de congestión en la ciudad, el doble del promedio de los últimos tres lunes, según el Ayuntamiento. Las aplicaciones de transporte llegaron a registrar un aumento de cuatro veces el costo normal de un trayecto. Doce personas fueron detenidas bajo sospecha de haber prendido fuego a los autobuses y posteriormente trasladadas a prisiones federales.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA