El Ejército de Brasil identificó a tres militares sospechosos de participar en el robo de 21 ametralladoras en el Arsenal de Guerra de São Paulo, en Barueri, en la región metropolitana de São Paulo, y está investigando si el trío fue reclutado por facciones criminales para el desvío del armamento.
Según los oficiales que están siguiendo la investigación, la principal sospecha es que las armas fueron robadas durante la festividad del Día de la Independencia, el 7 de septiembre, cuando el cuartel estaba vacío.
Este jueves (19), la Policía Civil de Río de Janeiro encontró, de las 21 armas que habían sido desviadas, cuatro ametralladoras calibre .50 y cuatro fusiles calibre 7.62. El armamento estaba en el barrio de Gardênia Azul, en la zona oeste de Río, un área de operación de una narcomilicia vinculada al Comando Vermelho.
En un comunicado, el Comando Militar del Sudeste afirmó que el director del Arsenal de Guerra, teniente coronel Rivelino Barata de Sousa Batista, será destituido de su cargo. Ocupaba el puesto desde marzo.
El avance de las investigaciones se produjo después de que la Policía Civil de Río de Janeiro enviara al Ejército un video que circulaba en las redes sociales con imágenes de cuatro ametralladoras de grueso calibre que se ofrecían al Comando Vermelho. Internamente, los oficiales que participan en la investigación reconocieron la posibilidad de que fueran las armas robadas del cuartel.
Cuando están en pleno funcionamiento, las armas calibre .50 son capaces de derribar helicópteros, una táctica comúnmente utilizada en comunidades vinculadas a la organización Comando Vermelho, como ocurrió a principios de este mes. Las demás son apuntadas para robos a vehículos blindados, en operaciones de combate terrestre.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA