En medio de una crisis sanitaria, social y ambiental que ha capturado la atención del país, el rostro de Junior Hekurari Yanomami se hizo conocido mucho más allá de donde creció. A finales de enero, él denunciaba la tragedia que la minería ilegal y la falta de asistencia estatal habían provocado en la Tierra Indígena Yanomami.
Cientos de muertes por desnutrición y malaria, contaminación por mercurio debido a la extracción ilegal de oro, aumento de la violencia y destrucción del bosque fueron algunos de los impactos de la presencia de miles de invasores en la zona.
La situación llevó al presidente recién investido, Luiz Inácio Lula da Silva (PT), a decretar el estado de emergencia en la tierra indígena. Se llevaron a cabo operaciones para atender a los enfermos y desocupar el territorio.
Sin embargo, nueve meses después, Junior cuenta que los invasores están regresando. "Tenemos miedo de nuevo, que vuelva la misma situación y más muertes en las comunidades", declara a Folha. "Muchos mineros están regresando."
Relata que, hace aproximadamente dos meses, la presencia de las fuerzas de seguridad disminuyó significativamente.
"Nos dimos cuenta de que se detuvo la operación para sacar a los mineros. Entonces, están aprovechando este silencio", cuenta.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA