Mientras los políticos brasileños y autoridades de países como Francia, EEUU y Argentina hablan sobre posibles inversiones para "reconstruir" el Museo Nacional, los investigadores recuerdan que la parte de la colección que se salvó de las llamas el domingo (2) bastaría para mantener la institución entre las más importantes de Brasil -aunque no sea posible sustituir la riqueza incalculable que ha sido destruida.
"Hay que tener en cuenta que las colecciones que estaban fuera del edificio principal todavía son equivalentes a las de un museo de los grandes", dice José Perez Pombal Junior, comisario de las colecciones de anfibios de la institución y profesor titular de la UFRJ (Universidad Federal de Río de Janeiro) a la que el museo está vinculado.
"Esto significa que no vamos a tener que partir de cero", afirma Pombal Junior. Los números son importantes. Todavía quedan 100 mil especies de mamíferos y 110 mil de anfibios, por ejemplo, muchos de los cuales recolectados en áreas que hoy en día ya no poseen ambientes naturales.
"El herbario es el primero o segundo más grande de Brasil. Y la biblioteca de libros excepcionales, algunos de ellos traídos por la familia real portuguesa [en 1808], también se han conservado".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA
Lea el artículo original