Más de 24 horas después del mayor desastre que ha sufrido el patrimonio científico e histórico de Brasil, los especialistas del Museo Nacional, vinculados a la UFRJ, aún intentaban determinar la escala de las pérdidas.
Según la vicedirectora Cristiana Serejo, el 90% de la colección en exposición se perdió, incluyendo el Maxakalisaurus topai, un cuadrúpedo herbívoro considerado el mayor dinosaurio montado en Brasil.
Otro caso dramático es el de Luzia, uno de los esqueleto encontrados más antiguos de las Américas, cuyo deterioro todavía está siendo evaluado. La vasta colección que la institución poseía, correspondientes sobre todo a las áreas de arqueología, paleontología, antropología e invertebrados (con cerca de 5 millones de insectos), parece total o prácticamente perdida.
Lo mismo vale para laboratorios y salas de aula. Sin embargo, cabe esperanza. A pesar de la impresión inicial de la completa destrucción del edificio histórico, ciertas piezas relevantes podrían haber sobrevivido.
Sólo será posible tener una idea más clara de ello en los próximos días, cuando los pequeños focos del incendio, que aún corroen los escombros, sean apagados.
Además de estos focos, el riesgo de derrumbe impide intentos más intensos de rescate, por el momento.
El fuego se declaró cerca de las 19h30 del domingo (2), después de que la pinacoteca hubiera cerrado sus puertas al publico.
Los bomberos lograron controlar el incendio tras seis horas de arduo trabajo. No obstante, no pudieron evitar que parte del interior del inmueble se viniera abajo.
La Policía Federal está llevando a cabo un análisis pericial en el local para descubrir la causa del incendio. Según el ministro de Cultura, Sérgio Sá Leitão, una de las hipótesis es que el incendio se haya desencadenado tras la caída sobre su tejado de un globo, de acuerdo con el relato de algunos testigos.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA
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