"No era un hospital, era como una cocina. Recuerdo que ella me acostó en una alfombra y luego me dio una almohada ". Tres lágrimas recorren el rostro de Luiz Alves, de 48 años, al recordar su encuentro con Sor Dulce.
La monja baiana, fallecida en 1992, será canonizada por el Vaticano y con ello, la primera mujer nacida en Brasil que se convierta en santa.
Con una discapacidad mental, Luiz fue acogido por Sor Dulce cuando tenía sólo 10 años, en 1981. Actualmente, es una de las 82 personas con discapacidades físicas, mentales o múltiples que viven en la Obra Social Sor Dulce, una de las mayores instituciones filantrópicas de Brasil que ofrece atención 100 % gratuita.
La Obra Social Sor Dulce es una especie de "imperio del bien" cuya matriz está en Salvador, no obstante, su alcance llega a otras ciudades y estados del país.
Con 964 camas hospitalarias, la entidad atiende a más de 3,5 millones de personas y mueve cerca de R$ 190 millones (US$ 47 millones) al año, sobreviviendo gracias a convenios, acuerdos y donaciones.
La entidad cerró 2018 con un déficit de R$ 11 millones (US$ 2,74 millones) y busca recursos para adquirir un acelerador de partículas usado en el tratamiento del cáncer.
Sin un único foco definido -son 21 núcleos distintos-, el local sigue la filosofía de llegar al máximo de pacientes posible.
La influencia de Sor Dulce va más allá de Bahía: los relatos de gracias alcanzados enviados por los fieles ya superan los 10 mil y proceden de todo el mundo. La devoción tiene una fuerte presencia en el norte de Italia, España y Estados Unidos.
La canonización abre la posibilidad de fomentar el turismo religioso en torno al nombre y la obra de la monja.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA