El alcoholismo y la enfermedad de Alzheimer, en la mira de terapias psicodélicas

Encuentro en Londres mostró posibles aplicaciones clínicas del ayahuasca, entre otras sustancias

Londres

En una conferencia sobre sustancias psicodélicas como la Breaking Convención, en Londres, se puede encontrar de todo. Incluso lo inesperado: una relación entre alzheimer y ayahuasca, o incluso alguien dispuesto a dar bebida a palestinos e israelíes para que lleguen a entenderse.

Los psicodélicos son compuestos, como el LSD, la psilocibina y la ibogaína, capaces de inducir estados alterados de conciencia. Aunque clasificados como drogas, actualmente están experimentando un renacimiento científico por su potencial como terapia para diversas afecciones, desde la depresión hasta la dependencia química.

Una de las novedades del congreso fue presentada por Ben Sessa, del Imperial College (Reino Unido). El especialista coordina un estudio sobre el  uso seguro del MDMA (el componente principal del éxtasis) en el tratamiento de la dependencia del alcohol.

La investigación con 11 pacientes mostró que la terapia es segura y que nueve meses después, la mayoría de los participantes se recuperó de la adicción. Se sometió al paciente a ocho semanas de psicoterapia, con dos dosis de MDMA, en la tercera y sexta semana.

Solo un paciente tuvo una recaída completa, volviendo al nivel original de consumo. Los otros son abstemios o beben cantidades que ya no son consideradas dependencia.  

MDMA está a la vanguardia de los psicodélicos con un estudio de fase 3 en EEUU. que debe llevar a la autorización de medicamentos por parte de la FDA para tratar personas con trastorno de estrés postraumático.

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Hojas de ayahuasca. (Foto: Avener Prado/Folhapress) - Folhapress

El vínculo alzheimer-ayahuasca, a su vez, fue el tema de una conferencia ofrecida por Stevens Rehen, neurocientífico de la Universidad Federal de Río de Janeiro y del Instituto de Investigación D'Or.

Rehen utiliza mini-cerebros en sus estudios, glóbulos de células neuronales cultivados en frascos de células humanas. Los organoides desarrollan una estructura comparable al cerebro y se antojan una herramienta multifuncional para probar el efecto de los compuestos en la bioquímica que está por tras de las emociones y los pensamientos.

El estudio es preliminar, advierte Rehen: "Me preocuparía [si se tomara] como un incentivo para consumir té de ayahuasca como terapia alternativa para el Alzheimer, lo que obviamente sería frívolo afirmarlo en este momento".

Leor Roseman, del Imperial College, investigó lo que sale del cerebro de personas en forma de palabras: entrevistó a 31 asistentes habituales, 18 judíos y 13 palestinos, musulmanes y cristianos, de centros de ayahuasca en Israel y Palestina.

Su análisis de las respuestas indica que el té psicodélico puede favorecer la reconciliación entre individuos separados por una historia sangrienta. En una presentación cargada de emociones, Roseman proyectó las declaraciones de los participantes.

"Me di cuenta de que el [mi] activismo, incluso el activismo no violento, fue motivado por el odio mutuo", dijo un palestino.

Un judío contó cómo le conmovieron las canciones en árabe: "Escuchas el idioma que más odias, y de repente te lleva a la luz y el amor".

"¿Puede la ayahuasca promover la paz?", Se pregunta Roseman. "No sé. Pero tiene potencial”.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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